¿Os ha pasado alguna vez estar escribiendo y no dar con el nombre perfecto para vuestro personaje? ¿Incluso recurrir a una aplicación para generar nombres?
Beatrix Potter no tenía ese problema, se iba a pasear por el cementerio Brompton en Londres, cercano a su casa, y tomaba buena nota de los nombres de las lápidas, que luego utilizaba en sus relatos, Peter Rabbett, Jeremiah Fisher, Mr Nutkins, Mr Brock y Mr McGregor son algunos de ellos.
¿Qué os parece el sistema? ¿Divertido, tétrico, original?
A mí nunca se me hubiera ocurrido, pero parece que no es la única. Se dice que Juan Rulfo, J. K. Rowling y Mariana Enríquez hacían lo mismo. Cierto es que los cementerios tienen una atmósfera especial en la que se esconden miles de historias que pueden resultar inspiradoras, no solo para reutilizar nombres.
Si os animáis a vivir esta experiencia espero que me contéis, yo los pongo en mi lista de lugares inspiradores.
El Brompton es uno de los cementerios más antiguos y distinguidos de Inglaterra, fue nacionalizado en 1850 y hoy en día es el único cementerio que pertenece a la corona británica, gestionado por The Royal Parks. Se encuentra en el barrio de Chelsea, junto al campo de futbol.
Beatrix Potter fue una escritora e ilustradora británica de literatura infantil, creadora de Peter Rabbit. Amante de la naturaleza y de los animales, se inspiraba en ellos para escribir sus historias. Provenía de una familia acomodada, que no necesitaba trabajar para vivir, y pasó su infancia sin apenas salir de casa bajo la tutela de institutrices.