Quién podía haber imaginado que en su vida anterior fue un colibrí. Y mucho menos pensar que el DBMA (Departamento de Borrado de Memorias Anteriores), perteneciente al área de reencarnaciones animal-humano, cometiera tamaño error y olvidara eliminar sus recuerdos, surcando el cielo, volando. Un fallo en el circuito neuronal acababa de activarlos todos. Samuel sentía como si hubiera vivido con los ojos vendados hasta entonces.
Toda su vida se había sentido un extraño en su propio cuerpo, pesado, desgarbado, notaba sus piernas como una prolongación inútil. Ahora, por fin, entendía la razón: era el aire el lugar donde le correspondía estar.
Subió a la terraza, se acercó al borde y… ¡vuela, pajarito, vuela!