¿Soléis tener días estresantes como el que describo? Con este relato, «UN DÍA, REPETIR«, gané el concurso de relatos de la Revista Clara.
Un día. Repetir.
Despertarme, remolonear en la cama, oír a los niños gritar en su cuarto. Arrastrarme a por un café, inyectármelo, ver qué les pasa a los niños. Hacerles el desayuno. Hacer las camas. Ducharme. Intentar arreglar el estropicio de mi cara. Intentar arreglar el estropicio de mi pelo. Conseguirlo a medias. A medias es mejor que nada. Salir de casa con cinco minutos de retraso. Correr. Siempre. Acelerar, sortear, cambiar de carril. Odiar a todos los conductores. Mucho. Mirar compulsivamente el reloj. Intentar pararlo con la mente. Saber que llegamos tarde. Dejar a los niños. Solo dos minutos de retraso. No es para tanto.
Aparcar a seis calles de la oficina. Apretar el paso, sudar. El maquillaje se descompone, el pelo se rebela. Llegar hecha un cuadro. Recomponerme en el baño. Tomar otro café. Responder emails. Responder más emails. No conseguir dejar la bandeja de entrada vacía. Nunca. Reunirme con mi jefe. Agendar más reuniones. Aceptar más proyectos. Planificar. Resolver problemas. Resolver problemas irresolubles. Sonreír. Sonreír, aunque no me apetezca. Comer en la mesa. Cualquier cosa. Sin saborearlo. Con la cabeza en la lista de pendientes. Café, por favor. Doble. Pasar la tarde. Salir. Seguir. Las extraescolares. El gimnasio. La compra. La vida. Ir al quiosco. Comprar Clara. Visualizar ese momento.
Mi momento. El sofá. Una copa de vino. El silencio. La Nada. Pronto.
Podéis participar en el concurso de relatos de la Revista Clara cada mes con una historia de unas 150 palabra.
Te cuento «todo lo que detesto» en la Revista Clara: