EL CAMINO NO ELEGIDO

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Robert Frost – El camino no elegido
Su mirada fue la llave que abrió la puerta a mi isla particular, aquella en la que me refugiaba cuando quería que nadie llegara a mí, que era la mayor parte del tiempo.

Aquel otoño pasé mucho tiempo sola. Me gustaba pasear bajo la lluvia y a menudo prescindía del paraguas. Esos paseos limpiaban mi mente.

Ese día en particular no llovía, después de una semana de chaparrones intermitentes y cielos nubosos, el sol se atrevió a salir por fin, tímidamente. Aunque me gustaba más pasear bajo la lluvia, parecía más acorde con mi estado de ánimo, el sol encendió en mí una chispa que hacía tiempo no sentía.

Con el ánimo ligero, me dispuse a emprender mi ruta habitual, pero la chispa protestó: «¡Eh, llévame por otro sitio, quiero descubrir caminos nuevos!».  Y le hice caso.

De acuerdo chispa, vamos a intentarlo.

Como decía Frost, tomé el camino menos transitado.

Y así fue como le encontré, sin quererlo, ni buscarlo, sin pretenderlo, vagando por un camino que nunca había pretendido recorrer.

EL CAMINO NO ELEGIDO

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.

Robert Frost

«The Road Not Taken»

Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;

Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,

And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.

I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.

Robert Frost

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