Con este relato, Puré con grumos, he participado en Relatos en Cadena, el concurso semanal de la Cadena Ser y Escuela de Escritores.
Sigo dando la cena a los niños, les encantan los grumos del puré. Me miran con esos ojos grandes, llenos de esperanza, esperando la respuesta, aunque cada día preguntan menos por su padre. Mi vecino, Pedro, lleva días desaparecido. La policía vino a interrogarme. «No sé nada», dije con mi mejor cara de buena chica. Esa expresión angelical me ha sacado de muchos apuros. Los niños estaban encerrados en el dormitorio, no fueran a salir en el peor momento. Son tan obedientes. Y pensar que mi marido decía que nunca podríamos tener hijos. Verás qué sorpresa cuando vuelva de viaje.
CÓMO PARTICIPAR EN RELATOS EN CADENA
Si queréis participar en el concurso de Cadena Ser y Escuela de Escritores, consultad en su web la ultima frase de Relatos en Cadena que debéis utilizar para iniciar vuestro microrrelato. A partir de ahí, dad rienda suelta a vuestra imaginación. El texto presentado no puede exceder las 100 palabras (la frase de la semana anterior que da pie al relato y el título no cuentan).
Tampoco es necesario que continuéis con la trama o los personajes de la historia ganadora previa. Solo debéis usar la frase como inicio, pero la tematica de la historia es completamente libre.
¡Suerte!
CONSEJOS PARA ESCRIBIR UN MICRORRELATO o MICROCUENTO
En la web de Escuela de Escritores encontrarás un completo decálogo para escribir microcuentos. Algunos consejos clave:
→ Un microcuento es una historia breve que se cuenta en unas pocas líneas, con su planteamiento, nudo y desenlace. Suele ocurrir en un corto periodo de tiempo y con pocos personajes y escenarios.
→ Se requiere precisión en el uso del lenguaje, seleccionando cuidadosamente los detalles y las palabras para expresar más con menos. El título es esencial y debe aportar significado.
→ Evita descripciones abstractas y juicios de valor; en su lugar, dibuja con palabras para generar emociones. El microcuento debe ser original y evitar los tópicos, contando algo aparentemente pequeño pero con gran significado.
UN EJEMPLO
En el relato que he presentado esta semana, Puré con grumos, he optado por no explicar qué le sucede exactamente a Pedro, el vecino desaparecido. Habría entorpecido el ritmo del relato y, en todo caso, había sido imposible con el límite de 100 palabras. En vez de ello, he dejado la cuestión en el aire creando un aire de misterio en el que se intuye lo qué ha pasado pero en el que no necesitamos los detalles para entender lo que la historia pretende transmitirnos.
Con este relato gané un semanal de Relatos en cadena: