Relato ganador del Certamen Literari Sant Jordi 2025: Trato cerrado

¿Venderías tu alma al diablo a cambio de una vida perfecta? Esa es la pregunta incómoda que plantea Trato cerrado, el relato ganador de Sant Jordi 2025, premiado en el Certamen Literari de Mollet del Vallès que organiza l’Associació Cultural 7 Plomes y la Biblioteca Can Mulà.

Trato cerrado

Salgo corriendo del metro y atropello a una señora que está parada en la boca. La protesta se congela en sus labios cuando ve el fuego en mis ojos. Llego justo a mi cita de las cuatro y no quiero hacer esperar a mi interlocutor. Hace meses que negociamos y está a punto de caramelo. Creo que hoy firmará, de hecho, llevo el contrato preparado.

Me subo el cuello del abrigo y disfruto del frío de enero. Allí abajo, el calor es insoportable. Qué suerte que me hayan destinado a esta misión en Barcelona. Empujo con decisión la puerta de entrada al hotel y me dirijo al bar, situado a la derecha.

Mi cita ya me espera. Hombre de mediana edad, fuerte, se definiría él, entrado en carnes, diría yo. Ha terminado el café y la copa de brandy está medio vacía. O ha empezado la fiesta sin mí, o está nervioso y necesita templar el ánimo. No es para menos.

Apretón firme de manos y me siento frente a él. Sonrisa profiden y, sin perder un segundo, coloco la tableta sobre la mesa. En la pantalla aparece una presentación idílica de lo que mi empresa puede ofrecerle. El departamento de marketing ha hecho un gran trabajo, la primera imagen se clava en la retina y se instala como un salvapantallas mental: una casa de ensueño donde un modelo musculoso toma el sol junto a la piscina. Lyfestyle en estado puro. ¿Quién no vendería su alma al diablo por una vida así?

Las imágenes se suceden, a cada cual más tentadora. No solo una casa de la que presumir ante los familiares que jamás apostaron un duro por él. También un coche de gama alta que hará girar cabezas, quizá revestirle de un aura interesante frente a una jovencita. Un puesto de prestigio en una compañía de nivel, que —esto me lo reservo— hará que muchos se pregunten cómo ha conseguido, nunca lo han considerado la bombilla más brillante de la caja. El Luxury Experience Silver, un pack vistoso para quienes se conforman con poco: aquellos que creen que la felicidad se compra con cosas materiales.

Años más tarde, vuelven a nosotros. Pretenden cancelar el trato. La esposa pide el divorcio y amenaza con dejarlos en la ruina.  El trabajo en un puesto de responsabilidad solo les causa estrés, jornadas interminables y ansiedad crónica. La casa de sus sueños requiere más atención y mantenimiento que todos sus hijos juntos. Lo siento, ya es demasiado tarde, dejaste que te sedujera.

Así me gusta considerarme, un agente de la seducción. Oficialmente, según mi contrato, soy Técnico Captador. Mi función consiste en conseguir el mayor número de almas posibles para mi empresa: El Infierno. ¿A cambio? Lo de siempre: nos venden su alma. En ese momento no la necesitan para gran cosa y, seamos realistas, pocos creen en la vida eterna. Un trato limpio y sin fisuras, un win-win de manual.

Algunos nos salen un poco más caros. La casa con piscina se convierte en una mansión frente al mar, el coche en un avión privado (es el pack Platinum o Titanium, para los más exigentes). Pocos piensan en lo que realmente es importante en sus vidas, para eso estoy yo, para deslumbrarlos con posesiones.

Otros tienen deseos más complejos. No podemos curar enfermedades mortales —recordad que son el designio de Dios—, ni forzar el amor de nadie. ¿Qué somos, chamanes africanos? La línea que separa lo posible y lo imposible es fina. La gente cree que el demonio todo lo puede, y no es así. Pero una buena puesta en escena hace milagros. Lo dicho, soy un seductor.

Veo la chispa en su mirada, ha tomado una decisión. Deslizo el contrato, impreso en papel grueso, con un logo discreto en la esquina. Nada de llamas ni tridentes, por supuesto. En el encabezado pone simplemente: “Acuerdo de Colaboración”. Apura el brandy de un trago, coge el bolígrafo y firma.

Trato cerrado. Este mes, las comisiones prometen.


¿Qué pasaría si tu vecino se convirtiera en un zombi?

EL VECINO ZOMBI

 

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